REINICIO.
Después de dos años y medio, vuelvo a escribir este blog, sin que pueda olvidar la razón de tanto silencio, pero intentando precisamente por ello, que estos comentarios sean un homenaje a su recuerdo y a su ausencia.
En este tiempo se ha producido la puesta en marcha de la primera fase del tranvía, con los efectos que estaban previstos: los firmes opuestos, cada vez más enfadados; los animosos partidarios, cada vez más contentos, entre los que me incluyo; y el resto, la mayor parte, satisfecha, si vive en la zona beneficiada, expectante, si vive en las zonas donde se ampliará, y los demás deseosos de que pronto le toque en su zona.
No voy a opinar de los múltiples comentarios escritos en blogs que ha supuesto su sola presencia, pero pongo encima de la mesa mis pros y contras.
A favor.
1.- No es cierto que el tranvía cueste 400 millones de euros al Ayuntamiento. La mercantil “Sociedad de Economía Mixta Los Tranvías de Zaragoza, S.A.” es un “Project finance” (o proyecto financiero, en castellano), en el que la inversión se realiza en un porcentaje pequeño con capital de una serie de accionistas y en un porcentaje mayoritario con préstamos bancarios a largo plazo, que se devuelven durante el periodo de concesión, 35 años, con el precio por uso basado en una subvención de explotación pagada por el Ayuntamiento y cuya cifra unitaria desconozco pero se puede consultar en su presupuesto anual. El Ayuntamiento es accionista, no recuerdo si con un 5 o un 10%, pero todo ello es comprobable en el Registro Mercantil, de acceso público. Es un tema que pretendo contrastar con tiempo.
2.- La previsión de viajeros actual está muy por encima de la estimada el primer año cuando se preparó el proyecto, y supongo que significará un adelanto significativo del punto muerto de rentabilidad, ingresos igual gastos de explotación, o dicho de otra manera hará que sea rentable antes para los inversores, que devolverán capital e intereses al banco y generarán beneficios, aspecto muy importante para llevar a cabo la ampliación de las inversiones con nuevos tramos y/o líneas.
3.- La puesta en marcha de la línea actual demuestra la posibilidad de un transporte ágil y rápido, con pocos incidentes aunque muy estruendosos para sus detractores (entre los que destaca el periódico decano de la ciudad) y que ha hecho del eje de Fdo. El Católico/Gran Vía, una vía peatonal espectacular, en la que sólo falta para que sea redondo que algunos ciclistas vayan por su carril reservado y a marcha de paseo.
4.- La puesta en marcha progresiva hasta Pza. España y Mercado Central tendrá un efecto aún más significativo en su uso y en su integración.
En contra.
1.- Las frecuencias de los sábados y domingos son infumables, pues un medio de transporte tan masivo como éste, no puede tener frecuencias superiores a 6/8 minutos en horas punta y 10/12 minutos en horas valle. Cuando esté completo dudo de que se mantengan en estos parámetros.
2.- Me da miedo que muera de éxito con su trazado completo. Las horas punta se pueden producir colapsos en Actur, pues 200 personas cada 5 minutos se llenarán enseguida. Pienso que dobles unidades, ampliación de su tamaño con más módulos (como en Burdeos) o frecuencias de 3 minutos, van a ser precisas. Hay que pensar que la línea completa puede llevar de inicio a 30 millones de viajeros anuales, es decir, 100.000 personas en día laborable, y soy prudente.
3.- El tendido del tranvía en el centro es incompatible con el autobús, tramo Pza. de España/Puente de Santiago, lo que va a crear problemas para las líneas que atravesaban este eje, con mención especial para las líneas 22, 32, 33 y 34.
4.- No me voy a apuntar al carro del cierre de negocios, pero soy consciente de que la implantación del tranvía ha coincidido con una crisis económica bestial, y sin que se vea hasta dónde llegará, lo que sí es cierto que ha hecho que haya sido otro rejón temporal, durante las obras, a muchos otros para mí más significativos. Una vez acabadas las obras, me temo que si la gente no compra, no es porque tenga un paseo central muy agradable, o hemos perdido el juicio.
A corregir.
1.- Falta un horario en cada una de las paradas o al menos en las salidas de terminales, sé que lo hay pues lo he visto en el display de la cabina del conductor, y que además se publique en la web.
2.- Será mala leche porque sólo lo cojo una vez a la semana, pero es muy habitual ver irse a la línea 54 del bus cuando se acerca el tranvía o viceversa. Menos mal que es accionista Tuzsa de la explotadora del tranvía, si no igual se pegaban. Creo que los conductores de esta línea deberían de contar con una cierta autonomía para hacer sus salidas flexibles.
Gracias.
Foto del cruce de dos tranvías al lado de la Bolsa de Burdeos, modelo de implantación similar al utilizado ahora en Zaragoza. (Fuente www.tranviasdezaragoza.es)
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