REORDENACIÓN DEL TRANSPORTE PÚBLICO (II)

Conclusiones.

No hay ninguna duda de que esta reordenación presenta caracteres de reestructuración, no sólo intentando reducir el recorrido de las líneas de autobús que coinciden con el efectuado por el tranvía, sino también haciendo propuestas para racionalizar el resto de ellas.

En primer lugar, destaca en el estudio un hecho que muchos animosos “expertos” en el transporte público de Zaragoza aunque sólo sea por pesados y redundantes en su observación, llevamos reclamando desde hace bastante tiempo, y es la aparición de la figura del llamado en el informe autobús “normal de 10 metros”, también llamado en otro estudios “midibús”, para su uso exclusivo en las líneas de menor demanda, detalladas en el informe inicial para las líneas C1, C4, 28, 43, 54, 55, 56, 57 y 58, con una flota necesaria de 20 vehículos.

Dos matices: incluiría también en este detalle la recuperada línea 50 y la futura línea a Arcosur; y empezaría, para reducir costes, acondicionando los PMR existentes, casi todos ellos con una vida útil bastante amplia, que pueden ser reciclados tras la racionalización de este servicio para minusválidos, que podría ser cubierto con un razonable convenio con los taxistas.

En segundo lugar, da la sensación de que se da por número ideal la flota de 78 autobuses articulados, muy parecida a la existente actualmente, que salvo error u omisión es de 75: 

12 vehículos Mercedes de la serie 2000

34 vehículos MAN de la serie 2100

27 vehículos Iveco de la serie 2200

2 vehículos Scania de la serie 2300

En tercer lugar, yo hubiera sido más ambicioso en esta reestructuración, y hubiera planteado la inclusión como líneas de autobús con vehículos articulados y elaborando algún tipo de preferencia y seguimiento más exhaustivo de su explotación, las dos futuras líneas de tranvía (la línea 2 Enlaces – Las Fuentes / San José y la línea 3 Torrero – Santa Isabel, dando por hecho ampliaciones sobre el proyecto original)

Es obvio que el nuevo concesionario se va a encontrar con este tema más pronto que tarde y tendrá un efecto muy significativo en el análisis de los flujos futuros, a partir de dicho calendario, tanto para la valoración adecuada de la rentabilidad del proyecto, como para tener en cuenta los usos de este medio y las inversiones en material móvil necesarias, que irían en decremento.

Ello conllevaría reestructuraciones en las líneas no tocadas en este informe y que claramente afectarían a las líneas 28, 32, 33, 34, y posiblemente también a las líneas 24 y 36.

En cuarto lugar, dadas las restricciones presupuestarias, no hay grandes novedades ni medidas llamativas, quedando en el armario las posibles incorporaciones que se puedan producir con la puesta en marcha de la Expo como espacio de servicios administrativos, posibles líneas paralelas al Ebro o circulares externas.

En quinto lugar, echo de menos una línea que enlace Valdespartera, Montecanal y Rosales del Canal con Delicias y que puede ser una lanzadera midibús cada media hora; se podrían fusionar radiales de corto recorrido que se han quedado sueltas, con frecuencias similares, tipo líneas 30 y 40, como sugiere mi amigo Chusanch, o incluso las líneas 51 y 30 como sugería el propio PIT; sigue sin gustarme cómo queda la línea 42, con bucles tortuosos desincentivadores para su uso en largos recorridos; y sigo frustrado por la forma de urbanizar el Coso Bajo, que condiciona el cierre del Puente de Piedra al transporte público e impide una entrada en carril bus contracalle desde el Puente de Hierro hasta la Pza de España de un tirón, evitando la colapsada San Vicente de Paúl.

En esta línea, sigo recordando que la futura línea 3 de tranvía, podría aprovechar el trazado del Mercado Central, cruzando el barrio del Arrabal para salir hasta Avda Cataluña, sin afectar al Coso Bajo, lo que supondría un ahorro de infraestructura muy significativo, a cambio de un rodeo de 3 ó 4 minutos en el recorrido de esta línea, pero con una mayor demanda potencial.